¿Por qué vivir en las afueras de las ciudades se volvió tendencia?

¿Por qué vivir en las afueras de las ciudades se volvió tendencia?

Vivir en la Sabana de Bogotá ha sido una opción que muchos han considerado. Se pueden conseguir viviendas más grandes, la congestión es menor y el contacto con la naturaleza es constante. Gracias a la emergencia mundial y a la necesidad de estar aislados, esta tendencia ha crecido considerablemente. La pandemia nos ha hecho generar

Vivir en la Sabana de Bogotá ha sido una opción que muchos han considerado. Se pueden conseguir viviendas más grandes, la congestión es menor y el contacto con la naturaleza es constante. Gracias a la emergencia mundial y a la necesidad de estar aislados, esta tendencia ha crecido considerablemente.

La pandemia nos ha hecho generar conciencia sobre el valor de ciertos aspectos que antes no considerábamos importantes: la luz y la ventilación natural, los espacios más amplios, las energías renovables y las prácticas sostenibles. Vivir en las afueras de Bogotá se ha vuelto tendencia porque, además de acceder a estas cualidades mencionadas, podemos estar lejos del caos de la ciudad, disfrutar de la privacidad y, por lo tanto, hacer del aislamiento algo más llevadero.

Daniel Matíz, habitante de la Sábana de Bogotá desde hace aproximadamente 3 años, decidió mudarse de la ciudad porque “los fines de semana se me volvían monótonos, ir al parque, ir al centro comercial, de ahí no pasaba y quería buscar algo mucho más allá. Pensé que el nivel de vida que tenía no era el mejor y decidí buscar y entender un poquito el valor que tiene mejorar mi calidad de vida”.

Naturaleza Sabana de Bogotá

El arquitecto Eran Chen opina que en estos tiempos los espacios verdes y la cercanía con la naturaleza de algunas viviendas han sido la única conexión sana entre el interior y el exterior. Además, se convirtieron en una herramienta para reducir preocupaciones como la soledad y la depresión por aislamiento. Para él la nueva arquitectura comenzará a cambiar, se enfocará en crear este tipo de ambientes y los terrenos en los alrededores de las grandes ciudades son perfectos para esto.

Desde que se mudó a las afueras Daniel nos dice “mi calidad de vida es completamente distinta, incluso en tiempos de cuarentena, salgo a caminar todos los días por 30 minutos y no me encuentro casi gente. Todo es verde, muchos árboles, oxigeno completamente puro, no pasa un carro, es un tema completamente diferente. Juego muchas veces a la semana con mis perros, tengo una huerta, todo el tema de la jardinería me relaja bastante, para mí es como hacer yoga. Todo el verde te da un balance que no encuentras en la ciudad”.

Huerto en casa

La versatilidad del hogar se hace más necesaria cuando todos desempeñan sus actividades en casa. Estamos adaptando espacios para actividades desde el teletrabajo hasta los deportes. En ese sentido, y para lograr mayor comodidad, la tendencia de casas modulares, espaciosas y cercanas a la naturaleza continuará creciendo.

“En las afueras de Bogotá puedes conseguir cosas más grandes y con mayores espacios al mismo precio que en la ciudad. Por ejemplo, un apartamento de 90 m2 en Bogotá, en las afueras puedes conseguir uno de casi 160 m2, e incluso el doble, al mismo precio. El tamaño de nuestra casa nos ha permitido que la dinámica familiar sea más fácil en cuarentena porque cada uno tiene su espacio. En mi caso tengo la libertad de que si quiero salir a caminar un rato entre cada reunión lo puedo hacer y, gracias al espacio que hay, me preocupo muy poco por usar tapabocas y eso me da libertad”, así se siente Matiz en estos momentos de aislamiento.

Fachada Samaria

El portal de El Tiempo reportó que muchos ciudadanos preferían pasar la cuarentena en una vivienda más amplia y cómoda. De igual forma, según datos del New York Times, una gran parte de los habitantes de Manhattan se mudaron a viviendas rurales durante mayo. En Bogotá, es probable que las personas que tengan una segunda vivienda en las afueras estén residiendo allí, incluso, muchos se mudaron temporalmente con familiares que viven más alejados de la ciudad. Este fenómeno también se está presentando en ciudades como San Francisco y Madrid.

Si bien el traslado a los alrededores venía en aumento, el pronóstico es que, gracias a la pandemia, aumentará aún más. Según el DANE, mientras Bogotá tuvo un crecimiento poblacional de aproximadamente el 10 %, municipios de la Sábana crecieron tres y hasta cuatro veces esa cifra. Por ejemplo, la conurbación Funza-Mosquera-Madrid creció un 43 %, la conurbación Cota-Chía-Cajicá creció 31 % y Soacha tiene hoy 37 % más habitantes que en 2005.

Si estás considerando mudarte a zonas rurales o adquirir una segunda vivienda, Amarilo tiene opciones de todos los tamaños y colores, acá te presentamos algunas o puedes entrar a www.amarilo.com.co/proyectos para ver todos los espectaculares proyectos disponibles.

Hacienda Samaria:

*276 unidades de vivienda

*Áreas desde 136 m2 hasta 148 m2

Casa Samaria 148m2

Conoce más haciendo clic aquí Hacienda Samaria 

Ponte Verdi:

*248 unidades de vivienda

*Áreas desde 159 m2 hasta 192 m2

Conoce más haciendo clic aquí: Ponte Verdi 

Pimiento:

*90 unidades de vivienda

*Áreas desde 197 m2 hasta 222 m2

Casa Pimiento

Conoce más haciendo clic aquí: Pimiento – Fontanar

Refugio del Valle:

Etapa 2:

*128 unidades de vivienda

*Áreas desde 211 m2 hasta 292 m2

Conoce más haciendo clic aquí: Refugio del Valle

Daniel Matiz recomienda vivir en la Sabana de Bogotá porque genera libertad, ayuda a tener una mejor calidad de vida, conseguir artículos frescos de consumo es mucho más fácil y se encuentra el balance prefecto entre el verde y la ciudad. De igual forma, cambia la mentalidad, la forma de actuar, la salud mejora considerablemente y se le da el verdadero valor a las pequeñas cosas de la vida.