Este material sigue siendo uno de los favoritos para la construcción porque no solo es versátil sino respetuoso con el medio ambiente. Es el único material que, cuando se utiliza responsablemente, es renovable; se cultiva naturalmente, elimina el CO2 de la atmósfera, es reutilizable y biodegradable.
El hecho de ser amigables con el ambiente va mucho más allá de no tirar basura en la calle y llevar siempre tus pitillos de acero. La historia nos cuenta que los hombres de las cavernas eran más ecologistas que nosotros ¿qué tal?. Una de sus principales actividades era el uso de la madera para crear combustible, herramientas y protección sin contaminar o afectar su entorno.
Este material sigue siendo uno de los favoritos para la construcción porque no solo es versátil sino respetuoso con el medio ambiente. Es el único material que, cuando se utiliza responsablemente, es renovable; se cultiva naturalmente, elimina el CO2 de la atmósfera, es reutilizable y biodegradable.
La construcción puede llegar a representar más del 23 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. El procesamiento y producción de madera utiliza menos energía que otros materiales de construcción, lo que tiene como resultado una huella de carbono mucho más baja.
¿Aún no te convence? Pues te contamos que las construcciones hechas con este material siguen absorbiendo y almacenando CO2 de la atmósfera a lo largo de toda su vida útil. Esto es muy importante, sobre todo en entornos urbanos donde la contaminación es tan alta.
¡Conoce su origen!
¿Sabes de dónde viene la madera que compras? Sin darnos cuenta podemos estar utilizando aquella que proviene de procesos ilegales o dañinos para el planeta, por eso es importante que la producción de este material tenga una gestión responsable, controlada y económicamente viable para la preservación de bosques.
Múltiples organizaciones medioambientales afirman que es importante aprovechar sosteniblemente estos recursos para garantizar su supervivencia. Pero ¿cuál es su uso correcto? Países alrededor del mundo están creando leyes y regulaciones para que la industria maderera replante las zonas de árboles talados para que vuelvan a cumplir su ciclo de vida, también se están asegurando que su comercialización se lleve a cabo bajo los criterios éticos del comercio justo. La madera proveniente de estas actividades se le llama “madera responsable” y nos ayuda a reducir la tala ilegal, la sobreexplotación, la deforestación y los incendios.
Hay un tipo para cada necesidad
Existen maderas duras y blandas. Las duras provienen de árboles adultos y son las que se utilizan para la construcción y elaboración de muebles. Son muy resistentes y se adaptan a altos niveles de humedad y temperatura. La caoba, el nogal, el cerezo, el olmo, el fresno, el olivo, y el roble están clasificadas como maderas duras.
Las blandas son moldeables, ligeras y se pueden trabajar con facilidad. El abeto, el cedro, el cipés y el pino son algunos ejemplos de este tipo de madera.
Ventajas en la construcción
Además de los beneficios mencionados anteriormente, la madera posee otra gran cantidad de ventajas:
*Con el diseño y ejecución adecuados las construcciones en madera son muy resistentes y garantizan su duración por muchos años.
*Tiene características naturales para la regulación de temperatura y absorción acústica, ayudando a la reducción de energía utilizada en la calefacción y climatización de edificios.
*Se comporta muy bien en presencia de compuestos químicos, usándose en piscinas, polideportivos, recintos industriales y comerciales.
*Tiene resistencia estructural al fuego
*Regula la humedad al interior de los espacios
*Posee beneficios fisiológicos y psicológicos que imitan la sensación de pasar tiempo al aire libre. La comodidad que provoca la madera en las personas tiene el efecto de reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, reducir el estrés y la ansiedad, aumentar las interacciones sociales positivas y mejorar la imagen corporativa.