La vivienda indicada cuando sus hijos se independizan

La vivienda indicada cuando sus hijos se independizan

Un matrimonio comienza una nueva etapa cuando los hijos se van de la casa. Es el momento para analizar si vale la pena conservar la vivienda familiar o buscar un nuevo hogar para la pareja. Saber que los hijos son capaces de vivir solos y asumir sus responsabilidades es un motivo de orgullo para los

Un matrimonio comienza una nueva etapa cuando los hijos se van de la casa. Es el momento para analizar si vale la pena conservar la vivienda familiar o buscar un nuevo hogar para la pareja.

Saber que los hijos son capaces de vivir solos y asumir sus responsabilidades es un motivo de orgullo para los papás. Sin embargo, algunos matrimonios asumen ese momento con tristeza y nostalgia. Se enfrentan a lo que se conoce como el síndrome del nido vacío.

“La pareja puede experimentar una serie de cambios emocionales con la partida de los hijos. Uno de ellos es considerar que, ahora, su casa es demasiado grande, lo que exacerba los sentimientos de vacío y soledad”, explica el doctor Álvaro Arenas, psiquiatra de la Fundación Santa Fe de Bogotá.

La vivienda indicada cuando sus hijos se independizan

El matrimonio debe analizar con calma qué debe hacer con su vivienda. Antes de precipitarse a hacer planes arriesgados, vale la pena que la pareja tenga en cuenta estas recomendaciones.

Cuestión de área

Es cierto que sobra espacio cuando los hijos no viven en la casa. No obstante, vale la pena que el matrimonio piense en el futuro porque es posible que la familia vuelva a crecer. Pueden llegar las parejas de los hijos, luego los nietos y con ellos, reuniones a las que asistan más personas que antes.

Además, si los hijos y nietos viven fuera del país o la ciudad, conviene tener espacio para alojarlos cuando los visiten. Entre tanto, se puede convertir una de las habitaciones de los hijos en un lugar donde la pareja se pueda dedicar a sus pasatiempos. Por ejemplo, leer, escuchar música, pintar o ver películas.

En caso de que el matrimonio decida mudarse a una vivienda más pequeña, lo más recomendable es que elija una que tenga por lo menos dos habitaciones. Así podrá adaptar la segunda como cuarto de huéspedes o estudio. Se debe procurar que la reducción del área no sea demasiado drástica. La comodidad es básica en esta nueva etapa de la pareja.

Libertad y seguridad

Cuando los hijos se independizan, el matrimonio tiene más libertad y ya no necesita vivir cerca a zonas escolares. Si la pareja está en edad de retiro, puede ser un buen momento para mudarse a un sector menos congestionado, incluso en las afueras de la ciudad.

En caso de que la pareja elija una zona campestre, es importante que la casa o el conjunto dispongan de buenas medidas de seguridad. También, que tengan óptimas vías de acceso en caso de que se presente una emergencia. Con los años, la salud es más frágil.

La tranquilidad para un matrimonio maduro es fundamental. Por eso es mejor optar por viviendas de un solo nivel y en pisos bajos. Si el ascensor presenta una falla, lo ideal es que no haya que subir demasiadas escaleras.

¿Vivir en la playa o en el campo?

Ante la ausencia de los hijos, algunas parejas sienten el deseo de irse a vivir frente al mar o en medio del campo. Sin embargo, establecerse en una casa de descanso implica tener que viajar, en avión o en carro, para reencontrarse con la familia. Además, si la casa está en una zona apartada, para la pareja será más difícil resolver cualquier eventualidad.

Así que, si el matrimonio cuenta con el presupuesto suficiente, vale la pena que invierta en una vivienda de recreo. Eso le permitirá relajarse, hacer deporte, estar en contacto con la naturaleza y gozar de un espacio agradable para reunirse con los hijos, nietos o amigos.

La vivienda indicada para una pareja cuando sus hijos se independizan