El bienestar de vivir en la Sabana de Bogotá

Panorámica del Proyecto Romero Amarilo, Sabana, Bogotá

La fortuna de estar rodeado de naturaleza, la calma de vivir lejos del ruido de la ciudad y la posibilidad de despertar con el cantar de los pájaros son apenas unos de los beneficios que se obtienen al vivir en la Sabana de Bogotá. Es un hecho que la capital puede ser fuente de estrés

La fortuna de estar rodeado de naturaleza, la calma de vivir lejos del ruido de la ciudad y la posibilidad de despertar con el cantar de los pájaros son apenas unos de los beneficios que se obtienen al vivir en la Sabana de Bogotá.

Es un hecho que la capital puede ser fuente de estrés para algunos, razón por la cual más de un ciudadano tiene en la mira a los municipios aledaños como una excelente opción para comprar o arrendar vivienda. En efecto, vivir en la Sabana de Bogotá es más que un cambio de hogar: es un estilo de vida que prioriza los momentos en familia.

Un entorno sostenible y organizado

En los últimos años, la Sabana de Bogotá ha vivido un boom en la construcción de vivienda, puesto que se pueden conseguir viviendas más grandes y con mayor cantidad de zonas verdes, debido a que los costos por metro cuadrado son menores. Sin embargo, esto también se debe a que la capital ya no cuenta con suficientes zonas urbanizables, lo que genera movimiento de personas hacia las afueras de la ciudad. En consecuencia, municipios como Madrid han reflejado un crecimiento exponencial.

Al contar con mayor número de habitantes, la economía de la Sabana de Bogotá ha mejorado drásticamente. De hecho, dentro de las mismas urbanizaciones es posible tener una amplia oferta comercial.

Este es el caso de Hacienda los Sauces, donde encontrarás comercios en pequeña, mediana o gran escala, centros de atención de salud, zonas recreativas y vías que promueven la “ecomovilidad”, entre otros.

Con una gran oferta cultural

Tanto Madrid como otros municipios también han aumentado y renovado su oferta cultural. Por ejemplo, uno de estos atractivos es el cerro Tibaytatá, un espacio que oxigena la zona urbana de Madrid-Cundinamarca, en el que se realizan caminatas ecoturísticas. También cuenta con una de las pistas de mountainbike de mayor dificultad en el país.

Por otro lado, la Iglesia San francisco de Paula es uno de los templos más importantes de la Sabana Occidente, fue construido en el año 1895 en piedra labrada y es el espacio perfecto para conectarte con tu yo interior y experimentar un momento de tranquilidad.

De igual forma, los enfoques en materia de deporte, recreación y formación cultural han pasado a ocupar la agenda principal del municipio para el beneficio de la población. La administración local ha enfocado los esfuerzos en fortalecer programas recreodeportivos, especialmente con el despliegue de actividades en territorio que impactan puntos estratégicos todos los días.

A esto se suma el mejoramiento de escenarios recreodeportivos y la terminación de nuevos complejos, como el mega patinódromo municipal, un escenario con capacidad y proyección para competencias internacionales.

En conclusión, vivir en la Sabana de Bogotá es una decisión que influirá en el estilo y calidad de vida de quien la toma. Es apreciar el pasar del tiempo en familia, dejar que los niños jueguen sin temor y alejarse de los ruidos estridentes y agobiantes disturbios.

Para los planes a futuro

Amarilo lanzó en Madrid – Cundinamarca su nuevo proyecto de vivienda Romero, que estará ubicado dentro del macroproyecto Hacienda los Sauces y contará con 528 apartamentos de 56 m2. Adicional a esto, tendrá sendero de trote, zona biosaludable, bicicleteros, cancha múltiple, gimnasio, juegos infantiles, parqueaderos comunales, salón social y zona BBQ.

Además, su ubicación estratégica ofrece cercanía a Bogotá a través de la carrera 12 y la calle 80.

Romero es un espacio ideal para aquellos que quieran alejarse del estrés capitalino y disfrutar de momentos memorables en familia. Ponte en contacto con nosotros a través del (601) 634 0000 y conoce más de las opciones de vivienda que Amarilo tiene en Madrid – Cundinamarca.